viernes, 8 de enero de 2010

León Ferrari


LEÓN FERRARI: EL ARTE COMO REBELDÍA, Y LA REBELDÍA COMO
En 2007, a los 86 años, León Ferrari recibió el "León de oro" en la Bienal internacional de arte de Venecia. El jurado consideró como valores tanto la calidad estética de su obra como su ética. Según el New York Times, es "uno de los cinco artistas plásticos vivos más provocadores e importantes" del mundo (¿quiénes serían los otro 4?, mi ignorancia aventura los nombres de Damien Hirst, Banksy, Maurizio Cattelan, Gunther Von Hagens, Ron Mueck, Bill Viola...).Su obra es uno de los más contundentes ejemplos de la relación entre vanguardia artística y vanguardia política, entre ética y estética.
LA CIVILIZACIÓN CRISTIANA Y OCCIDENTAL
Al recibir el León de oro en 2007, con su tradicional ironía, Ferrari declaró: "Debería dedicarle el premio a Bergoglio", cardenal primado de Argentina y su principal opositor en el país. Varios ataques -a veces violentos, como verán más abajo- de católicos fanáticos han perseguido a Ferrari, ayudando como siempre el escándalo para la difusión de su obra. Todo empezó en 1965, cuando recibió la invitación para participa en el Premio Nacional Di Tella. En ese momento realizaba dibujos, esculturas con metal soldado y algunas botellas con cosas extrañas en su interior. Seguramente al invitarlo creían que expondría algo así. Sin embargo, presentó 4 obras nuevas sobre el tema de la guerra de Vietnam: un avión bombardero estadounidense FH107 de unos 2 metros de altura, unido a un cristo de santería, colgado como si cayera en picada; y 3 cajas con manos, aviones y cruces. El avión -titulado La civilización occidental y cristiana -, que es hoy todo un icono del arte latinoamericano, no se expuso a petición de Romero Brest, director del Di Tella. A pesar de que las 3 cajas que si se expusieron no eran tan agresivas, provocaron la reacción de críticos escandalizados por el hecho de que una "institución seria" expusiera "libelos políticos" (Ernesto Ramallo, diario La prensa, 21 sep. 1965). Ferrari respondió con una célebre carta de la que extraigo algunos fragmentos: LA RESPUESTA DEL ARTISTA
"...Quitar la critica del arte es cortarle su brazo derecho, limitar la crítica a lo que no es acre o corrosivo es ahogarla con azúcar. "...creo que nuestra civilización está alcanzando el más refinado grado de barbarie que registra la historia. Porque me parece que por primera vez en la historia se reúnen todas estas condiciones de barbarie: el país más rico y poderosos invade a uno de los menos desarrollados; tortura a sus habitantes; fotografía al torturado, pública las fotografías en sus diarios y nadie dice nada. Hitler tenía todavía el pudor de esconder sus torturas; Johnson ha ido más lejos: las muestra. La diferencia entre ambos refleja las diferencias en las responsabilidades de los pueblos: Los alemanes pudieron decir que ellos no sabían lo que pasaba en los campos de concentración de Hitler. Pero nosotros, los civilizados cristianos, no lo podemos decir. "...Esas fotografías y la pasividad de los pueblos occidentales son el símbolo de nuestra avanzada barbarie. Y otro signo de barbarie es la reacción del cronista de arte, quien, cuando encuentra esas mismas fotografías pegadas en una caja con una intención de "critica acre o corrosiva", no se le ocurre condenar la tortura: lo único que se le ocurre es pedir que se prohíba la crítica a la tortura... "...Ignoro el valor formal de esas piezas. Lo único que le pido al arte es que me ayude a decir lo que pienso con la mayor claridad posible, a inventar los signos plásticos y críticos que me permitan con la mayor eficiencia condenar la barbarie de occidente; es posible que alguien me demuestre que esto no es arte; no tendría ningún problema, no cambiaría de camino, me limitaría a cambiarle de nombre: tacharía arte y lo llamaría política, critica corrosiva, cualquier cosa. "Los saludo muy atentamente. León Ferrari"

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