lunes, 25 de junio de 2012

Hitler y el arte degenerado

 Señor viejo. Oskar Kokoschka
Entertete Kunst, (Arte degenerado)
El concepto de Entertete Kunst, (Arte degenerado) nace como tal en 1933. Es la denominación empleada por Hitler, y en especial por del Ministerio de Propaganda, entre cuyas competencias se halla la cultura y cuya autoridad suprema es, por supuesto, Goebbels, al arte moderno. Paradójicamente, el término arte "degenerado" tiene su origen en el crítico de arte de origen judío Max Nordau, quien en 1893 calificó así a ciertas tendencias de la pintura moderna (1). La primera manifestación en contra de este tipo de arte, es en mayo, cuando tienen lugar los primeros “autos de fe” nazis contra la culutura en general. En la noche del 10 de mayo sucede en la Opernplataz (hoy en día Bebelplatz) la conocida como Bücherverbrennung, las quemas de libros en Berlín y otras ciudades. En septiembre se crea un nuevo órgano estatal, la Reichskulturkammer, la Cámara de Cultura del Reich, con siete subcámaras: Bellas Artes, Música, Teatro, Literatura. Prensa, Radio y Cinematografía. Va a resultar determinante para el arte en Alemania. A los dictámenes de esta organización deberán subyugarse todas las artes. No obstante, pronto comienzan las manifestaciones de rechazo hacia este tipo de arte. El primer paso es clausurar el movimiento Bauhaus llamado “caldo del bolchevismo cultural” (esto significa, en la práctica, “decapitar” al arte moderno). A partir de entonces, todos los profesores y conservadores de museos sospechosos de simpatizar con los movimientos artísticos modernos son destituidos de sus cargos. Un ejemplo claro es Beckmann. Pintor expresionista alemán y artista gráfico, reflejó su consternación por el ascenso del nacionalsocialismo en nueve trípticos, que son gigantescas alegorías figurativas con colores estridentes, como La partida (1932-1933, Museo de Arte Moderno, Nueva York). Beckmann pintó esta obra inmediatamente después de que los nazis le destituyeran del cargo de profesor de arte en la Escuela de Arte Städel de Frankfurt por considerarlo degenerado. En 1937 emigró a Amsterdam al enterarse de que su obra iba a incluirse en la exposición nazi de arte degenerado.
En 1934, en Nurenberg, Hitler hace su primer discurso declarando “arte degenerado” (en alemán: entartete Kunst) al arte moderno, y organiza una serie de exposiciones paródicas con obras de arte moderno, destinadas a ridiculizarlo. En Stuttgart, se organiza un de las más importantes de ellas, que recibió el título de “Kunst in Dienste der Zersetzung” (“Arte al servicio de la desmoralización”). La paralela persecución a artistas e intelectuales sospechosos de estar vinculados con el “arte degenerado” o con el bolchevismo ocasiona la migración de artistas y escritores al extranjero (fundamentalmente a Suiza, pero también a Norteamérica u otros destinos).
Este proceso de ataque alcanza su punto culminante con la famosa exposición de “Entartete Kunst”, en Munich. La primera exposición de arte degenerado se abre en Munich el 19 de julio de 1937. Contiene 650 pinturas, esculturas o libros que hasta ese momento habían estado expuestas en las 32 galerías públicas de Alemania. Las obras modernas de los museos más importantes son traídas para la exposición y, demás está decir, nunca se devolverán. Los pintores más importantes de la muestra son Monet, Manet, Renoir, Pissarro, Gauguin, Van Gogh, Cezanne, Picasso, Mondigliani, de Chirico, Chagall, Braque, Grosz, los componentes del grupo “Die Brücke” (“Kirchner”), Matisse, Klee, Kandinsky, etc…la lista de genios de la pintura es interminable. A la vez, en una galería contigua, también se abre su equivalente de “arte alemán” oficial. Los pintores más conocidos de la muestra son Peiner, Junghanns,Wissel, Ziegler, Erler, Eichhorst, Flügel, Bastanier etc, cuyos nombres en la actualidad están completamente perdidos en la historia del arte universal. Esta exposición muestra sobre todo pinturas que ilustran e idealizan la vida campesina, (son frecuentes las representaciones bucólicas de familias de campesinos) así como escenas de una guerra también idealizada y “heroizada”. En general la muestra exalta los valore tradicionales y míticos. Las muestras de ambas exposiciones se suceden anualmente hasta 1944. Curiosamente la muestra de arte alemán sólo recibe un quinto de los visitantes que recibe su análoga de “arte degenerado,” que, sin embargo, levanta una enorme expectación entre los habitante de Munich y ante cuyas puertas se forman diariamente largas colas de visitantes.
Hablemos ahora de dos casos concretos de pintores calificados como “degenerados.” Kandinsky es obligado a abandonar Alemania por el ascenso del nazismo, que incluye su obra en la siniestra nómina del arte degenerado, y se instala en Neully, cerca de París, en 1933.
Otro caso es el de Kirchner al que en 1937, el régimen nazi confisca 639 de sus obras y 32 de ellas se incluyen en la famosa exposición de " Arte Degenerado" de Munich; al poco tiempo, el 15 de junio del año siguiente, el pintor se suicida en su refugio suizo de Frauenkirch.
Finalicemos: Numerosas familias judías fueron obligadas a vender sus tesoros artísticos a precio de saldo. Se estima que más de 16.500 obras fueron expropiadas por el nacionalsocialismo bajo el apelativo de “arte degenerado”. Algunas de ellas fueron subastadas en Suiza, pero la mayoría expiró en la gran quema de arte de Berlín de 1939. Otras muchas fueron a parar a la colección de Hermann Göring. Una frase desgraciadamente profética de Heinrich Heine dice: “Dort wo man Bücher verbrennt, verbrennt man am Ende auch Menchen“ (Allá donde se queman libros, al final se queman también personas” que posteriormente se hará realidad en los campos de concentración.
(1) Citado por Hann Löhr en "El mercader de la muerte".

lunes, 18 de junio de 2012

Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938) en Fundación Mapfre (España)

Ernst Ludwig Kirchner en estado puro, como nunca antes se había visto en España. Color y profundidad, trazados expresionistas llevados a la máxima consideración en una retrospectiva cargada de pasión y vitalidad en la Fundación Mapfre, hasta el 2 de septiembre  Más de 150 obras del autor alemán que ofrecen al visitante la posibilidad de conocer a uno de los genios autodidactas más influyentes del último siglo.
 Y es que la retrospectiva ofrecida por la Fundación Mapfre es única por dos circunstancias. La primera, porque por primera vez en España se ofrece una muestra tan significativa de un autor que hasta el momento no había contado con una retrospectiva a la altura de su trabajo. La segunda, porque las 153 obras de Ernst Ludwig Kirchner no viajarán en conjunto a ningún otro espacio cultural, haciendo de esta exposición una oportunidad irrepetible.
 Karin Schick, directora del Museo Kirchner de Davos y comisaria de la muestra, explicó que el recorrido de la muestra ofrece al visitante la evolución del autor, desde sus comienzos cuando era estudiante de arquitectura en Dresde hasta sus últimos trazados, caracterizados por una agonía emocional con la ascensión del nazismo en Alemania.
 La comisaria Schick recordó que Kirchner fue un artista en permanente proceso de reinvención, con obras más visuales que intelectuales, y uno de los fundadores del influyente grupo expresionista Die Brücke (El puente). Para documentar todas estas circunstancias, la muestra de la Fundación Mapfre también incluye 35 copias de fotografías que muestran el día a día y el trabajo de Kirchner.
 La muestra permanecerá expuesta hasta el 2 de septiembre. Según fuentes consultadas por Hechos de Hoy, la Fundación Mapfre prepara también una visita virtual a través de su página web para que todos aquellos que no puedan trasladarse hasta Madrid para apreciar el arte de Kirchner puedan, al menos, apreciar el alcance de la muestra.
Ernst-Ludwig Kirchner nació en 1880 en Aschaffenburg, una localidad alemana de la región de Franconia. Cursa sus primeros estudios en Chemnitz, ciudad sajona en cuya Escuela de Artes Aplicadas su padre había conseguido una plaza de profesor, y en 1901 inicia la carrera de arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Dresde. La doble dimensión, técnica y artística, que estos estudios le ofrecen, satisfacía el deseo de su padre, ingeniero, y los del propio Kirchner, que desde muy pronto venía interesándose por el dibujo. En la escuela de Dresde, Kirchner conoce a un joven estudiante, Fritz Bleyl, con el que pronto entabla amistad.
En el invierno de 1903 a 1904, interrumpe sus estudios en Dresde para viajar a Munich y asistir a la academia de W.Debschitz y Hermann Obrist, dos artistas que se encontraban en la órbita del Jugendstil, la variante alemana de un fenómeno europeo que, según los países, toma nombres como Art Nouveau, Modern Style o Modernismo. De vuelta a Dresde, dos nuevos alumnos se unen al grupo: Erich Heckel, en 1904, y, al año siguiente, Karl Schmidt-Rottluff. Según parece, de este último partió el nombre de Brücke -Puente- para la asociación de artistas que Kirchner, Bleyl, Heckel y él mismo constituyen en 1905. Kichner que en ese mismo año obtiene el diploma de ingeniero, se erigirá en el líder del grupo y en lo sucesivo se dedicará por completo al arte. En 1906, a los fundadores del Puente se añaden Max Pechstein, el suizo Cuno Amiet y Emil Nolde, tras la invitación que recibe de Kirchner y sus amigos, que habían quedado prendados de su obra a raíz de la exposición del ya maduro pintor celebrada ese mismo año en la Galería Arnold de Dresde.
Los restantes años de la primera década del siglo son de una intensa actividad colectiva que hace que, en ocasiones, sea imposible distinguir la autoría de muchas de las obras de los miembros del grupo. Su primera exposición conjunta tuvo lugar en 1906, en el salón de exhibición que la fábrica de lámparas de K.F.M. Seifert tenía en Lobtau, cerca de Dresde. Bajo una trama abigarrada de lámparas de gusto burgués que colgaban del techo y ante la perpleja mirada de los vendedores, los cuadros se repartían por las paredes y la obra gráfica en vitrinas realizadas para la ocasión. El extraño escenario de una fábrica y la novedad de las obras expuestas contribuyeron a que la muestra alcanzara escaso eco. Pese a ello, Kirchner y sus compañeros consiguieron exponer al poco tiempo en locales convencionales de Dresde: en 1907 en la Sala de Arte Richter, y tres años después en la prestigiosa Galería Arnold.
Desde 1907, Kirchner, como el resto de los miembros del Puente, amplía su horizonte más allá de Dresde y comienza a viajar en los meses de verano a la zona lacustre de Moritzburg. Allí, conviviendo con sus modelos y en contacto directo con la Naturaleza, pinta fundamentalmente escenas de desnudos en los que se aprecia un nuevo estilo, más agresivo en formas y cromatismo, que está ya muy lejos de la influencia del Jugendstil. Pero el cambio más importante se produce a raíz de su establecimiento en Berlín, ciudad en la que paulatinamente fueron fijando su residencia los artistas del Puente desde que Pechstein lo hiciera en 1908. Kirchner se instala definitivamente en la ciudad en 1911 y ese mismo año funda en compañía de Schmidt-Rottluff el instituto MUIM, una academia de arte que, entre otras actividades, ofrecía cursos de pintura, grabado y escultura y que hubo de cerrar al poco tiempo de su apertura por falta de alumnos.
En Berlín, la proyección de los artistas del Puente aumenta; en 1912, tras participar en la segunda exposición de El Jinete Azul -el otro gran grupo expresionista alemán, en el que, entre otros, militaban Wassily Kandinsky y Franz Mara-, consiguen realizar su primera gran muestra en la Galería Gurlitt de Berlín. En esta época, Kirchner se separa de Dodo, su compañera durante varios años, y se une a Ema Shilling, con quien compartirá el resto de su vida. Entre tanto, su obra delata la fascinación por la vida trepidante de la gran ciudad. En Berlín, el estilo colectivo de Dresde se disuelve y cada uno de los miembros del Puente adopta un lenguaje personal. Se trata de un alejamiento que trasciende del ámbito estrictamente artístico y que acaba por resolverse con la escisión definitiva del grupo en 1913, con motivo de la publicación por parte de Kirchner de la Crónica del grupo de artistas Puente, una suerte de síntesis de la evolución histórica del grupo, en cuyos términos discreparon el resto de sus compañeros.
La guerra interrumpe bruscamente la actividad de Kirchner; incorporado a filas, resiste poco tiempo la peculiar lógica de la vida militar y la barbarie de la guerra. En 1915, sumido en una profunda postración física y mental, es internado en varios sanatorios de los que no será dado de alta hasta 1918. En ese año -el mismo en que tiene lugar en Zurich una importante retrospectiva de su obra- se instala en un retirado pueblo alpino en la región suiza de Davos e inicia una nueva etapa en la que, en oposición a la crispada vida de la ciudad que tanto le atrajera, su obra se abre a la calma de los paisajes y las gentes de la montaña. En la década siguiente, Kirchner, que ha recuperado la salud casi por completo, asiste al reconocimiento de su trabajo; una fama que el propio artista trata de impulsar mediante una serie de artículos sobre su obra que firma bajo el nombre de un inventado médico francés llamado Louis de Marsalle. Pese a que las exposiciones de sus pinturas y esculturas se suceden, su mala salud y el sombrío panorama que se cierne sobre Europa le sumen en la depresión. En 1937, el régimen nazi confisca 639 de sus obras y 32 de ellas se incluyen en la famosa exposición de " Arte Degenerado" de Munich; al poco tiempo, el 15 de junio del año siguiente, el pintor se suicida en su refugio suizo de Frauenkirch.

domingo, 3 de junio de 2012

El paisajista Maxfield Parrish (1870-1966)

Maxfield Parrish (1870-1966) Pintor e ilustrador norteamericano, encuadrado en la Edad Dorada de la Ilustración. Nacido en Philadelphia, Pennsylvania, comenzó a dibujar por su cuenta cuando era niño. Su nombre era Frederick Parrish, pero luego adoptó el apellido de soltera de su abuela materna, Maxfield, como su nombre central, que se acabaría convirtiendo en su nombre profesional. Su padre era un artista grabador y paisajista; los padres del joven Parrish animaron su talento.
Estudió en el Haverford College y en la Pennsylvania Academy of the Fine Arts. Desarrolló una carrera artística que abarcó más de medio siglo, la cual ayudó a formar la Edad de Oro de la ilustración y las futuras artes visuales americanas. Recibiendo el encargo de ilustrar el “Mother Goose in Prose” de L. Frank Baum en 1897, su repertorio incluyó muchos proyectos prestigiososo como los "Poems of Childhood" de Eugene Field (1904), así como trabajos tradicionales como Arabian Nights (1909).
Los libros ilustrados por Parrish son objetos muy codiciados por los coleccionistas. Obtuvo también muchos encargos de populares revistas en las décadas de 1910 y 1920, incluyendo “Hearst's”, “Colliers”, y “Life”. Fue también uno de los favoritos de los anunciantes, incluyendo Wanamaker's, Edison-Mazda Lamps, Fisk Tires, Colgate y Oneida Cutlery. En la década de1920, Parrish abandonó las ilustraciones y se concentró en pintar. Los desnudos andróginos en entornos fantásticos eran un tema recurrente. Continuó en esta línea muchos años, viviendo confortablemente de los beneficios obtenidos en la producción de láminas y calendarios.
Una de sus primeras modelos fue Kitty Owen, en los años 20. Luego, otra de sus favoritas, Susan Lewin, posó en multitud de trabajos y fue empleada en el hogar de Parrish muchos años. Parrish posó para un gran número de figuras masculinas – y ocasionalmente femeninas - (ver Potpourri, 1905).
In 1931, declaró a la Associated Press, "He acabado con las mujeres sobre rocas", y en su lugar optó por focos sobre paisajes. Aunque no fueron tan populares como sus primeros trabajos, sacó provecho de ellos. Usaría a menudo modelos de los paisajes que deseaba pintar, usando varias iluminaciones antes de decidir la visión preferida, la cual fotografiaría como una base para la pintura (como, por ejemplo, The Millpond). Se instaló en Cornish, New Hampshire, y pintó hasta los 91 años de edad.
Fuente:
http://lienzos.blogspot.com.ar/2007/01/maxfield-parrish.html#!/2007/01/maxfield-parrish.html