lunes, 20 de noviembre de 2017

Un iPhone en un un cuadro de 1937, Umberto Romano

Brian Anderson, redactor de la revista VICE, notó un curioso detalle en una pintura de la década de 1930 de un pintor abstracto italiano que murió en 1982. "No está claro quién es ese hombre, pero bien podría estar sacándose una selfie o estar revisando su muro de Facebook", escribió.
La obra en cuestión muestra a un aborigen que sostiene en su mano un pequeño objeto rectangular, similar a un iPhone. La pose de ese personaje con el objeto que observa con detenimiento llamó la atención de Anderson. Brian Anderson, redactor de la revista VICE, notó un curioso detalle en una pintura de la década de 1930 de un pintor abstracto italiano que murió en 1982. "No está claro quién es ese hombre, pero bien podría estar sacándose una selfie o estar revisando su muro de Facebook", escribió.

La obra en cuestión muestra a un aborigen que sostiene en su mano un pequeño objeto rectangular, similar a un iPhone. La pose de ese personaje con el objeto que observa con detenimiento llamó la atención de Anderson.
El cuadro forma parte del mural 'Míster Pynchon y el asentamiento de Springfield', instalado en 1937 por el pintor abstracto italiano Umberto Romano en las oficinas del correo estatal de Springfield, Massachusetts, y muestra al colonizador inglés William Pynchon rodeado de americanos nativos.

La comprobación de qué es ese objeto ya no es posible porque el autor de la obra murió en 1982 sin haber dejado detalles al respecto.

Sin embargo, el historiador Daniel Crown, que escribió un libro sobre la fundación de Springfield, sugiere que, si bien el arte de Romano es bastante ambiguo, el enigmático objeto podría ser un espejo, un bien muy apreciado por los nativos americanos de la época colonial.
Fuente: https://www.infobae.com/america/mundo/2017/08/25/detectan-la-presencia-de-un-iphone-en-una-pintura-de-1937-sobre-los-pueblos-nativos-de-eeuu/

lunes, 9 de octubre de 2017

Dalí y Duchamp, amigos y juntos en una exposición en Londres

Resultado de imagen para Dalí y DuchampFueron dos gigantes artísticos del siglo XX; sobre el papel personalidades radicalmente diferentes que sin embargo entablaron y mantuvieron hasta el final un diálogo nutrido del común desafío a las convenciones de su tiempo sobre el arte y la vida. La estrecha relación entre Salvador Dalí (1904-89) y Marcel Duchamp (1887-1968) es el punto de partida de una exposición de la londinense Royal Academy que confronta obras icónicas de ambos para explorar los vínculos estéticos, filosóficos y personales entre el desbordante genio de Cadaqués y el padre del arte conceptual.
Bajo el escueto título Dalí/Duchamp, (o Duchamp/Dalí, en el diseño de su cartel que se puede invertir) la producción de esos dos talentos creativos e irreverentes se despliega en ocho decenas de cuadros y esculturas firmadas por el artista catalán en su apogeo o en los pioneros readymades de Duchamp, obras ejecutadas con productos manufacturados que tuvieron una influencia esencial en el arte contemporáneo; en dibujos, fotografías, filmes y correspondencia que atestiguan la amistad, colaboración y admiración mútua.
Una postal remitida por Duchamp al joven Dalí (les separaban 17 años) anuncia en 1933 el inicio de una amistad que se consolidó a raíz de la inmediata y primera visita del artista francés al pueblo pesquero de Cadaqués, en el nordeste de Catalunya. Ambos ya se habían tanteado antes en el marco del grupo de los Surrealistas, pero sellaron un contacto permanente tras la decisión del artista francés de alquilar cada verano un apartamento a diez minutos a pie de la casa de Dalí en Portlligat . Fue fiel a la cita desde finales de los 50´hasta su muerte, un periodo de intercambios en el que esa imparable máquina de ideas que fue Duchamp influyó en las deconstrucciones dalinianas de la belleza estética, al tiempo que él mismo se rendía ante las transgresiones y espíritu iconoclasta de su colega catalán.
El carácter egocéntrico y exhibicionista de un Dalí que iría disfrazándose bajo sucesivas máscaras, frente al talante más cerebral y sutil de Duchamp, tuvo uno de sus puntos de encuentro en esa combinación entre el humor y el escepticismo con la que despreciaban cualquier límite y tabú. La primera sala de la muestra, articulada en tres secciones temáticas, explora dos identidades dispares pero con similares trayectorias de juventud a la hora de experimentar a través de diferentes estilos plasmados en una colección de lienzos, entre los que destacan El rey y la reina rodeados de desnudos veloces (Duchamp, 1912) o Los primeros días de la primavera (Dalí, 1929). Con el tiempo también serían cómplices en su cuestionamiento del papel del artista a partir de sus personas públicas. Dalí retoma en 1953 la célebre Mona Lisa a la que Duchamp cambió de género estámpandole bigote y perilla, y lo hace permitiendo que el fotógrafo Philippe Halsman inserte su foto en un retrato de la Gioconda a manos llenas de monedas de oro (una peineta a André Breton que lo expulsó del grupo de surrealistas por su codicia).
Integra el material gráfico expuesto en la sede del museo de Piccadilly una serie de fotografías en los que los dos protagonistas y la compañera y musa de Dalí, Gala, están de picnic en el Cap de Creus en 1933. La escena despertó las “perversiones nutritivas” de Dalí, el apetito por el sexo y la comida descrito con palabras y bosquejos en un manuscrito prestado por la fundación del artista en Figueres. Los dos amigos compartían una fascinación por el erotismo que impregna las explícitas pinturas, dibujos y esculturas de la sección dedicada al cuerpo -al voyeursimo y el placer carnal como motor de nuevas expresiones artísticas- y al objeto. El teléfono-langosta daliniano, con la connotación erótica de los genitales del crustáceo sobre el auricular, se exhibe en una enorme vitrina acompañado del urinario (La Fuente) que hace justo un siglo Duchamp osó exponer como obra de arte en un museo de Nueva York, cambiando el rumbo del arte.
El óleo sobre vidrio La novia desnudada por sus solteros (Duchamp) y el Cristo de San Juan de la Cruz, del extraordinario Dalí pintor, son piezas estelares en el último tramo de la exposición consagrado a los trabajos que juegan con la perspectiva y las ambigüedades de la percepción. Fue otra de las obsesiones compartidas por Salvador Dalí y Marcel Duchamp, compadres en la vida, el arte y en sus largas partidas de ajedrez, cuya insospechada relación protagoniza una de las grandes propuestas de la temporada londinse hasta el 3 de enero.
Fuente: https://elpais.com/cultura/2017/10/04/actualidad/1507102109_676477.html

domingo, 23 de julio de 2017

Quien es Banksy?????

Goldie, exgrafitero y dj de música electrónica que alcanzó renombre a finales de los años noventa, ha reavivado la teoría de que uno de los integrantes de la banda Massive Attack, Robert del Naja, es quien está detrás del seudónimo del artista callejero Banksy. En una entrevista para el podcast Distraction Pieces, el dj dijo: "Denme una tipografía, una camiseta, escribamos Banksy sobre ella y problema resuelto. Ya la podemos vender. Digo esto sin faltar al respeto a Robert, que es un artista increíble y ha conseguido darle la vuelta al mundo del arte". Después, hizo una pausa de unos segundos y volvió a hablar de música. 
El nombre de "Robert" lleva inevitablemente al de Robert del Naja, quien fue señalado en 2016 como la persona que se esconde detrás del nombre de Banksy. Goldie, que se encuentra en plena promoción de su nuevo disco, The Journey Man, es amigo del integrante de Massive Attack, que también es conocido como 3D. Ambos pintaron grafitis juntos en la década de los ochenta, cuando se movían por los mismos círculos, en Bristol. 
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El año pasado, el periodista de investigación Craig Williams publicó una investigación en Transmission Glasgow que contradecía las teorías que, desde el año 2008, apuntaban a que el autor de los grafitis aparecidos en medio mundo era el artista Robin Gunningham. Williams aseguraba que Robert del Naja es el autor de la obra de Banksy y resaltaba que, al menos una decena de veces, los grafitis coincidieron con una gira de Massive Attack. Melbourne (2003) —donde aparecieron sus obras un mes después de un concierto—, San Francisco (2010), Nueva Orleans (2008), Toronto (2010) o Boston (2010) son algunos de los lugares señalados en la investigación donde apenas transcurren unos días desde la actuación de la banda a la aparición de una obra de Banksy.
Robert del Naja comenzó como grafitero en los años ochenta, antes de formar la banda de trip-hop, y en varias ocasiones ha confirmado que es amigo de Banksy, ya que tanto el grupo de música como el artista nacieron en Bristol. El periodista que lanzó la teoría de que el miembro de Massive Attack era quien se escondía detrás del seudónimo de Banksy extendió además la idea de que podría tratarse de una obra coral. "¿Y si Banksy no fuera una sola persona? ¿Y si fuera un grupo de gente? Como un valioso trabajo colectivo, hecho a lo largo de una década", llegó a decir. 
Fuente: https://elpais.com/cultura/2017/06/24/actualidad/1498303989_954750.html