1862-3 |
Una típica escena de domingo es un duadro que da fama a Edouard Manet: dos hombres y dos mujeres en un picnic sobre la hierba, en las afueras de París.
Nada de raro, salvo undetalle. Ellos están vestidos, impecables caballeros, y ellas están completamente desnudas. Ellos conversan entre s´, algún tema serio, cosa de hombres, y ellas tienen menos importancia que los árboles del paisaje.
La mujer que aparece en primer plano nos está mirando. Quiz´nos pregunta, desde su ajenidad, dónde estoy, qué hago yo aquí.
Ellas sobran. Y no solo en el cuadro".
Extraído de "Espejos una historia casi universal" de Eduardo Galeano.
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