A los Herederos del Proyecto Manhattan Por Sir Joseph Rotblat, Julio 16 de 2005
Traducción de Rubén Arvizu*
En laboratorios nacionales de investigación, tales como Los Alamos o Livermore en los E.E.U.U., Chelyabinsk o Arzamas en Rusia, y Aldermaston en el Reino Unido, se emplean a millares de científicos que hacen la investigación pura aplicada para propósitos específicos. Estas investigaciones están envueltas en el secreto, propósitos que veo como la negación de la búsqueda científica: el desarrollo de nuevas, o el mejoramiento de viejas armas de destrucción total. Entre estos científicos puede haber algunos que han sido motivados por consideraciones sobre la seguridad nacional. La mayoría, sin embargo, no tiene tal motivación; en el pasado fueron atraídos a este trabajo con la idea de grandes invenciones y de la oportunidad ilimitada. Lo que está ocurriendo en estos laboratorios es no solamente una pérdida terrible del esfuerzo científico sino de la noble misión de la ciencia.
Hans Bethe, distinguido físico laureado con el premio Nobel, y en cierto momento líder del Proyecto Manhattan, dijo:
"Hoy estamos afortunadamente en una era del desarme y desmantelamiento de armas nucleares. Pero en algunos países el desarrollo de armas nucleares todavía continúa. Es incierto cuándo las naciones nucleares pueden acordar detener esto. Pero los científicos, individualmente, pueden todavía influenciar este proceso negándose a prestar sus servicios.
Por consiguiente, invito a todos los científicos en todos los países a cesar y a renunciar al trabajo que esté creando, desarrollando, mejorando y fabricando armas nucleares - y por extensión, otras armas de destrucción total tales como químicas y biológicas."
Quiero ver que la comunidad científica apoye esta llamada. Iré más lejos y sugeriré que la comunidad científica debe exigir la eliminación de armas nucleares y, en el primer caso, solicitar que las naciones nucleares honren sus obligaciones bajo el Tratado de la no Proliferación.
Permítanme, en conclusión, recordarles que el valor humano básico es la vida misma; el más importante de los derechos humanos es el derecho a vivir. Es el deber de los científicos ver que, a través de su trabajo, la vida no será puesta en peligro sino asegurada y su calidad realzada.
Joseph Rotblat
*Ruben Arvizu es Director para América Latina de la NAPF.
Datos sobre el Profesor Sir Joseph Rotblat KCMG, CBE, D.Sc., FRS, Premio Nobel de la Paz 1995: El profesor Rotblat, nació en Varsovia en 1908, y ha sido ciudadano británico desde 1946. Es profesor honorario de física, de la Universidad de Londres, y Presidente honorario de las conferencias de Pugwash sobre Asuntos de la Ciencia y del Mundo. Durante la Segunda Guerra Mundial inició los trabajos sobre la bomba atómica en la universidad de Liverpool, y más tarde se unió al Proyecto Manhattan en Los Alamos. Cuando quedó claro que Alemania no estaba elaborando esa arma, él dimitió del proyecto, el único científico que lo hizo antes de que la bomba fuera probada.
Después cambió su línea de investigación a la medicina y fue Director Médico en el hospital St. Bartholomew en Londres. Es el único firmante con vida del manifiesto Russell-Einstein de 1955. Ha dedicado todos sus esfuerzos a evitar el peligro planteado por las armas nucleares, trabajando con la conferencia de Pugwash sobre Asuntos de la Ciencia y del Mundo, organización que él ayudó a establecer, y con la cual comparte el premio Nobel de la Paz. Es autor de unas 400 publicaciones. El profesor Rotblat puede ser contactado en las oficinas de Pugwash en Londres, E-mail: pugwash@mac.com página web http://www.pugwash.org/
Información sobre la carta: En Ginebra en abril de 2003, Pamela Meidell mencionó al profesor Rotblat que ella había relatado una vez la historia de su renuncia al Proyecto Manhattan en una entrevista con la radio pública de Nuevo México. Durante la entrevista ella sugirió que cualquier científico nuclear que escuchara el programa, hiciera un análisis de su conciencia y siguiera el ejemplo del profesor Rotblat. Rotblat le dijo que quería saber si alguna persona había respondido a su llamado. Tristemente, Pamela le contestó que no lo sabía. Quizás este mensaje directamente de él produzca una respuesta.
El 6 de julio de 2005, The Atomic Mirror escribió una carta al professor Rotblat, el único científico nuclear que abandonó el Proyecto Manhattan, preguntando si quería enviar un mensaje al laboratorio de Los Alamos para la conmemoración el 16 julio del nacimiento de la era nuclear. Rotblat respondió con el mensaje que reproducimos.
En laboratorios nacionales de investigación, tales como Los Alamos o Livermore en los E.E.U.U., Chelyabinsk o Arzamas en Rusia, y Aldermaston en el Reino Unido, se emplean a millares de científicos que hacen la investigación pura aplicada para propósitos específicos. Estas investigaciones están envueltas en el secreto, propósitos que veo como la negación de la búsqueda científica: el desarrollo de nuevas, o el mejoramiento de viejas armas de destrucción total. Entre estos científicos puede haber algunos que han sido motivados por consideraciones sobre la seguridad nacional. La mayoría, sin embargo, no tiene tal motivación; en el pasado fueron atraídos a este trabajo con la idea de grandes invenciones y de la oportunidad ilimitada. Lo que está ocurriendo en estos laboratorios es no solamente una pérdida terrible del esfuerzo científico sino de la noble misión de la ciencia.
Hans Bethe, distinguido físico laureado con el premio Nobel, y en cierto momento líder del Proyecto Manhattan, dijo:
"Hoy estamos afortunadamente en una era del desarme y desmantelamiento de armas nucleares. Pero en algunos países el desarrollo de armas nucleares todavía continúa. Es incierto cuándo las naciones nucleares pueden acordar detener esto. Pero los científicos, individualmente, pueden todavía influenciar este proceso negándose a prestar sus servicios.
Por consiguiente, invito a todos los científicos en todos los países a cesar y a renunciar al trabajo que esté creando, desarrollando, mejorando y fabricando armas nucleares - y por extensión, otras armas de destrucción total tales como químicas y biológicas."
Quiero ver que la comunidad científica apoye esta llamada. Iré más lejos y sugeriré que la comunidad científica debe exigir la eliminación de armas nucleares y, en el primer caso, solicitar que las naciones nucleares honren sus obligaciones bajo el Tratado de la no Proliferación.
Permítanme, en conclusión, recordarles que el valor humano básico es la vida misma; el más importante de los derechos humanos es el derecho a vivir. Es el deber de los científicos ver que, a través de su trabajo, la vida no será puesta en peligro sino asegurada y su calidad realzada.
Joseph Rotblat
*Ruben Arvizu es Director para América Latina de la NAPF.
Datos sobre el Profesor Sir Joseph Rotblat KCMG, CBE, D.Sc., FRS, Premio Nobel de la Paz 1995: El profesor Rotblat, nació en Varsovia en 1908, y ha sido ciudadano británico desde 1946. Es profesor honorario de física, de la Universidad de Londres, y Presidente honorario de las conferencias de Pugwash sobre Asuntos de la Ciencia y del Mundo. Durante la Segunda Guerra Mundial inició los trabajos sobre la bomba atómica en la universidad de Liverpool, y más tarde se unió al Proyecto Manhattan en Los Alamos. Cuando quedó claro que Alemania no estaba elaborando esa arma, él dimitió del proyecto, el único científico que lo hizo antes de que la bomba fuera probada.
Después cambió su línea de investigación a la medicina y fue Director Médico en el hospital St. Bartholomew en Londres. Es el único firmante con vida del manifiesto Russell-Einstein de 1955. Ha dedicado todos sus esfuerzos a evitar el peligro planteado por las armas nucleares, trabajando con la conferencia de Pugwash sobre Asuntos de la Ciencia y del Mundo, organización que él ayudó a establecer, y con la cual comparte el premio Nobel de la Paz. Es autor de unas 400 publicaciones. El profesor Rotblat puede ser contactado en las oficinas de Pugwash en Londres, E-mail: pugwash@mac.com página web http://www.pugwash.org/
Información sobre la carta: En Ginebra en abril de 2003, Pamela Meidell mencionó al profesor Rotblat que ella había relatado una vez la historia de su renuncia al Proyecto Manhattan en una entrevista con la radio pública de Nuevo México. Durante la entrevista ella sugirió que cualquier científico nuclear que escuchara el programa, hiciera un análisis de su conciencia y siguiera el ejemplo del profesor Rotblat. Rotblat le dijo que quería saber si alguna persona había respondido a su llamado. Tristemente, Pamela le contestó que no lo sabía. Quizás este mensaje directamente de él produzca una respuesta.
El 6 de julio de 2005, The Atomic Mirror escribió una carta al professor Rotblat, el único científico nuclear que abandonó el Proyecto Manhattan, preguntando si quería enviar un mensaje al laboratorio de Los Alamos para la conmemoración el 16 julio del nacimiento de la era nuclear. Rotblat respondió con el mensaje que reproducimos.
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