domingo, 4 de abril de 2010

Carlos Regazzoni


Regazzoni alzará una escultura con hierros.-
Fue convocado por Roig Grupo Corporativo para dar uso a los materiales que queden en desuso de lo que fue la estación de trenes de principios del siglo XX. La intención también es hacer una escuela de arte e industria y un museo con obras del artista plástico.-
La idea es unir historia y arte, como un condimento más del ambicioso proyecto que Roig Grupo Corporativo presentó días atrás para poner en valor la antigua terminal de micros de la ciudad de Mar del Plata. En el predio de Sarmiento y Alberti estuvo emplazada la estación de ferrocarriles de Mar del Plata de principios del siglo XX y la estructura del techo de los viejos andenes será desarmada. Gran cantidad de hierro quedará en desuso.
Por eso fue convocado Carlos Regazzoni, un artista que logró convertir la chatarra de los ferrocarriles en obras de arte que llegaron hasta las manos de Antonio Banderas y Madonna. Será el encargado de montar una escultura en el interior del centro cultural y comercial que diseñó César Pelli. Además, coordinará una escuela de arte e industria para jóvenes de escasos recursos que aprenderán un oficio y un museo donde se expondrán algunas de sus obras que serán repatriadas de Francia, donde tiene más de 11 mil creaciones.
Cuando Regazzoni fue convocado la intención era convertir en arte viejos hierros que serían desarmados. Pero el desafío creció. El artista plástico ofreció parte de su importante obra, actualmente en Europa, para crear un museo de Arte Ferroviario, si se aprueba el proyecto del arquitecto Pelli. Estas obras serán donadas por el artista al Municipio para la creación del museo. Están valuadas en más de 10 millones de euros.
Durante una conferencia de prensa que brindó en enero del corriente año, en instalaciones de “La Cuadrada”, situada en 9 de Julio al 2700, consideró que el proyecto de Pelli es una obra de arte, y es por ello que está interesado en la donación. Lo definió como un proyecto “prepotente, bello, tiene algo de histriónico, es poético, muy poético”. Y dijo: “Cuando yo descubrí quién era el arquitecto, dije, claro. Esos son todos los condimentos que él tiene”, destacó.
Durante su alocución, señaló que el resto de la herrería original de la antigua estación de trenes, serviría para la creación de una escuela de arte e industria, que él mismo se encargaría de dirigir para jóvenes de escasos recursos. El objetivo es sacarlos de la calle, capacitarlos y darles la posibilidad de insertarlos socialmente.
¿Cuál es la idea que tiene para la escultura?, se le preguntó: “Yo pensé un árbol. Todo de hierro, inmenso. De donde brotan y salen todos los bichos, que le dan la riqueza: lechuzas, pájaros carpinteros, caranchos, búhos, alguna lagartija, todo aquello que tiene que ver con la naturaleza”, describió el artista.
El hombre que nació en Comodoro Rivadavia en 1943, ya conocía la vieja terminal de micros por sus visitas a la ciudad, pero ayer volvió especialmente para imaginarla remodelada y pensar dónde podría estar su escultura.
- ¿Cómo inició su trabajo artístico?
- Por una gran incitación, por unos deseos muy grandes de trascender, uso deseos de tener casi como una comunión entre el ser y la nada, como un intervalo danzarín en una nebulosa de Andrómeda, no sabés para donde vas, pero en algún lugar tenés que estar. A medida que fui viendo los sinsabores, las derrotas del uso de los materiales, fui interpretando ciertas técnicas y teorías que me hicieron saltar a lo desconocido. Y acá me tenés.
Por Belén Cano

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