Uno de los trampantojos más sencillos de Escher, y a la vez uno de los más conseguidos y significativos, como Belvedere. Su perfección es tal que el espectador se puede quedar perdido en el increíble efecto visual que producen las dos torres de la cascada: el curso del agua acciona un molino y, fluyendo por los tres canales en declive que atraviesan las torres, el agua desemboca de nuevo en el borde de la cascada. La litografía está basada en una construcción geométrica imposible, el Triángulo de Penrose, desarrollado a la vez y de forma independiente por Oscar Reutersvärd en 1934 y por Roger Penrose en 1958. Ojo también a las construcciones geométricas sobre las torres: tres cubos entrelazados a la izquierda y tres octaedros irregulares (una forma conocida como Sólido de Escher) a la derecha. Todas las imágenes de este reportaje pertenecen a: Collection Gemeentemuseum Den Haag, The Hague,
Fuente: http://verne.elpais.com/verne/2015/07/13/album/1436801897_490586.html