viernes, 29 de abril de 2011

Marta Minujín propone una Torre de Babel de libros

La famosa Torre de Babel, esa gran obra de arte urbana y efímera que la artista Marta Minujín está construyendo en plaza San Martín con motivo de la designación de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro 2011, ya exhibe en toda su magnitud una estructura de 25 metros, donde se colgarán -desde el lunes próximo- libros de todas partes del mundo.
Siempre original, inteligente y Pop. Marta Minujín vuelve a sorprender con sus megainstalaciones urbanas. Esta vez es el turno de una Torre de Babel de libros que desde la Plaza San Martín se asoma a un Buenos Aires cosmopolita.
El 7 de mayo estará terminada y durante 21 días, quienes lo deseen podrán acceder a la experiencia única de recorrer esta pieza urbana de siete pisos y 20 mil ejemplares escritos en distintos idiomas, colocados en paneles metálicos a lo largo de esta torre helicoidal iluminada y musicalizada.
Los curiosos ya pueden acercarse a Plaza San Martín y observar la construcción in situ de esta mega obra artística, inspirada en una historia de la Biblia según la cual el hombre quería llegar al cielo, por lo que comenzó a construir la torre más alta que hubiese existido, pero su proyecto fracasó cuando el mismo Dios hizo que todos los hombres comenzaran a hablar diferentes lenguas.
"Ya se puede pasar a ver la torre en construcción. Es importante que todos vayan ya que es una obra en proceso y de participación masiva”, alentó la blonda artista pop a Télam a través de un correo electrónico, en referencia a esta creación similar al Partenón de Libros, que hizo en 1983 con todos los títulos prohibidos durante la dictadura militar.
Muchísimas personas acercaron sus ejemplares hasta el 31 de marzo en distintos puntos de la ciudad y embajadas de todo el mundo donaron libros en su idioma original y algunos en sus diferentes dialectos, incluyendo clásicos, diccionarios, best sellers, de geografía, historia y artes, que reflejan la personalidad e idiosincrasia de cada país.
Participaron de este proyecto libros de Alemania, Arabia Saudita, Austria, Cuba, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Ecuador, Estados Unidos, Eslovenia, España, Francia, Filipinas, Finlandia, Grecia, Holanda, Hungría, Israel, Italia, Japón, Líbano, México, Pakistán, Perú, Polonia, República Checa, Rusia, Reino Unido, Siria, Sudáfrica, Suiza, Taiwán, Uruguay y otros.
“Todos los días fue cambiando, ya se la puede ver en toda su magnitud; esta semana se comenzó por el piso y las rampas, el lunes próximo se empezarán a colgar los libros”, detalló la artista plástica más popular de Argentina.
En la planta baja de la Torre habrá libros de todos el mundo, en el primero y segundo piso se exhibirán de América, en el tercero y el cuarto se apilarán los europeos, mientras que en el quinto se verán volúmenes de África y en el sexto, asiáticos, contó Minujín.
La idea de esta torre es “unificar todas las razas a través del libro” y recordar, a su vez, la mitológica Torre de Babel de hace más de 4.000 años.
Cuando esta obra ambiciosa esté terminada, todos los que quieran podrán ingresar a verla en grupos de 100 personas cada hora, subiendo por el pasillo de acceso a través del espacio interno que se va achicando.
Podrán asomarse a ver la ciudad desde 25 metros de altura y luego bajar por el pasillo opuesto, mientras que en esta suerte de travesía intelectual por el interior de la Torre escucharán música creada por Marta Minujín repitiendo la palabra “libro” en todos los idiomas.
El 28 de mayo, último día que la obra abra sus puertas, los visitantes podrán recorrer la Torre en orden, buscar un ejemplar que les interese en el idioma que prefieran y llevárselo.
Con los libros restantes “se armará una Biblioteca de Babel con ejemplares en muchos idiomas y dialectos, que quedará por siempre como una forma de esparcir la creatividad y cultura de todos los pueblos del mundo”, sostuvo la artista.
Fuente: http://notio.com.ar/cultura/minujin-propone-una-torre-de-babel-de-libros-11357

domingo, 24 de abril de 2011

José Guadalupe Posada

Aguascalientes es la cuna del grabador mexicano José Guadalupe Posada, quien nació el 2 de febrero de 1852. En aquellos años, el país sufría las convulsiones de las luchas por el poder, producto de la guerra de Reforma, José Guadalupe se reveló pronto como un extraordinario dibujante, muchas veces contrario a las reglas de la pintura académica mexicana, vigente hasta los primeros años del siglo XX. Sin embargo, sus mejores habilidades estaban en el grabado y sobre todo, en una nueva técnica más burda y vigorosa: la litografía.
Sus primeros trabajos realizados en talleres e imprentas pequeñas, le brindan la posibilidad de desarrollar su destreza artística como dibujante, grabador y litógrafo; por esos tiempos, realizó algunas ilustraciones satíricas que aparecieron en la revista "El Jocote". En 1872 realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros.
Realizó ilustraciones y caricatura política en varias imprentas y algunos periódicos, como el "Argos", "La Patria", "El Ahuizote" y "El Hijo del Ahuizote", para quienes había un enemigo en común y de quien todos eran opositores: el gobierno del presidente Porfirio Díaz.
La muestra de la obra artística de Posada permite apreciar el gran ingenio y la creatividad plasmada en sus diferentes estilos; son de admirar las composiciones llenas de movimiento, la intención de las líneas del grabado, la fuerza con que confiere el gesto a los personajes y escenas que reproduce. El trazo era según el mensaje que deseaba transmitir; pudiendo ser difuminado, suave y armonioso, sobre todo en escenas cotidianas y anuncios, o bien, duro y grueso usando líneas encontradas, que transmiten la tensión del asunto violento y de la denuncia.
Los personajes representados en sus pinturas y grabados se muestran mezquinos, cobardes, dignos o cómicos, según sea el caso. Es una experiencia adentrarse a las obras de Posada, ya que inevitablemente provocan la risa, la curiosidad, el horror y la indignación, ya que reproducen las características de una sociedad en crisis. Tomó como símbolos populares los animales ponzoñosos, culebras y serpientes, esqueletos, el fuego, el rayo, la sangre, en fin.
Las críticas imágenes, evidencia de la desigualdad e injusticia social existente en la sociedad porfiriana, cuestionaban su moralidad y su culto por la modernidad. Describió con originalidad el espíritu del pueblo mexicano desde los asuntos políticos, la vida cotidiana, su terror por el fin de siglo y por el fin del mundo, además de los desastres naturales, las creencias religiosas y la magia.
Por su estilo y temática empleados, José Guadalupe Posada, es considerado un artista "popular", proveniente del pueblo, que nutrió su obra del imaginario popular mexicano y a quien se dirigió como público.
Posada es un maestro del Arte Mexicano, a pesar de haber sido rechazado en su época por algunos artistas de la Academia.
Ilustró corridos, historias de crímenes y pasiones, de aparecidos y milagros. Retrató y caricaturizó a todo tipo de personajes: revolucionarios, políticos, fusilados, borrachos, peladitos, bandoleros, catrines, damas elegantes, charros, toreros y obreros. Además ilustró las famosas "calaveras" (versos con alusión a la muerte que se ilustraban con esqueletos vivos personificados) género que Posada desarrolló de manera extraordinaria. Revistió al esqueleto en la calavera: esencia de los pesares y alegrías del pueblo.
"La muerte, -decía Posada-, es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acaba siendo calavera".
Las calaveras de Posada son en la mayoría de los casos asociadas con el Día de los Muertos, ya que interpretó la vida y las actitudes sociales del pueblo mexicano, representados en sus grabados con calaveras vestidas de gala, calaveras en fiesta de barrios, en calles citadinas, en las casas de los ricos. Dibujó calaveras montadas a caballos, en bicicletas, con las que señalaba las lacras, la miseria y los errores políticos del país. Es el caso original de "La Catrina", grabado que representa una burla a la clase alta del Porfiriato.
No cabe duda de que la obra de Posada influyó en artistas posteriores como José Clemente Orozco, Diego Rivera, Francisco Díaz de León, Leopoldo Méndez, entre otros. Por lo anterior es considerado precursor del movimiento nacionalista en las Artes Plásticas, su obra continúa presente en la cultura popular de México y del mundo.
Sus obras las conservan, entre otras instituciones, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Museo José Guadalupe Posada en Aguascalientes, además de colecciones particulares.
Fallece el 20 de enero de 1913.-
Fuente: http://redescolar.ilce.edu.mx/publicaciones/publi_quepaso/j_gpe_posada.htm

jueves, 21 de abril de 2011

Un museo austriaco devolverá un 'Klimt' expoliado por los nazis

El nieto de una mujer deportada y asesinada en 1941 recuperará la obra, valorada en más de 20 millones de euros.-
Gustav Klimt (1862 - 1918) pintó en 1915 un paisaje titulado Litzlberg am Attersee que hoy en día está valorada entre 20 y 30 millones de euros. Un óleo que se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Salzburgo (Austria) y que ahora el centro artístico va a devolver al nieto de su propietaria original, una víctima de los nazis. Una decisión tomada tras el estudio del caso por parte de un grupo de expertos.
"Por muy doloroso que sea devolver esta pintura para la colección, la provincia y toda Austria, creo que el gobierno de Salzburgo debe permanecer en el camino iniciado en 2002 y no permitir beneficiarse de un régimen criminal", ha dicho esta mañana el director del Museo, Wilfried Haslauer. Se refiere al acuerdo alcanzado en ese año con varias organizaciones judías para devolver bienes robados por los nazis. El gobierno y el parlamento de la provincia tienen que aprobar la restitución de la obra, informa Reuters.
Los informes periciales encargados por el museo han determinado que Georges Jorisch es el dueño legítimo del óleo. Jorisch es el nieto de Amalie Redlich, deportada por los nazis a Polonia en octubre de 1941 y asesinada allí. La Gestapo -la policía secreta nazi - confiscó la pintura, que había sido adquirida por Redlich en 1938. Fue posteriormente comprada por un marchante de arte que intercambió la pintura al Museo de Salzburgo por otra obra. Según ha dicho el abogado de Jorisch a una emisora de radio austriaca, su cliente ayudará a crear una expansión del museo como gesto de gratitud.
En enero de 2009, este museo anunció que entre sus fondos se contaban entre 10 y 15 obras de "origen sospechoso", informa Efe. Entre las piezas sobre las que se tienen dudas sobre en qué circunstancias fueron adquiridas se cuentan piezas de artistas como Egon Schiele u Oskar Kokoschka. Esa fue la conclusión de la comisión creada por el museo para esclarecer el origen de las piezas y que estudió 1.100 dibujos, 100 grabados y 200 pinturas anteriores a 1945 y que llegaron al museo mediante donaciones o compras.
Fuente:http://www.elpais.com/articulo/cultura/museo/austriaco/devolvera/Klimt/expoliado/nazis/elpepucul/20110421elpepucul_1/Tes

viernes, 15 de abril de 2011

Bridget Riley

Pintora inglesa, figura destacada dentro del movimiento artístico del Op Art. Creó complejas configuraciones de formas abstractas diseñadas para producir efectos ópticos llamativos. Riley nació el 25 de abril de 1931 en Londres; allí estudió entre los años 1949 a 1952 en el Goldsmiths College, donde se especializó en dibujo, y más tarde en la Royal Academy. A finales de la década de 1950 le influyó el puntillismo de Georges Seurat, ya que el pintor Maurice de Sausmarez, gran admirador de la obra de Riley, a la que más tarde dedicaría un trabajo monográfico (1970), la persuadió para estudiarlo. Sin embargo, Riley alcanzó una gran reputación a través de las obras abstractas que ejecutó en la década de 1960, celebrándose más tarde diferentes exposiciones retrospectivas de sus trabajos, como la que organizó en 1971 la Galería Hayward. Después de su primera etapa puntillista, Riley experimentó hacia 1960 con una pintura de grandes superficies de colores planos, antes de realizar numerosas obras en blanco y negro entre 1961 y 1965. En su segunda etapa, se concentró en la creación de series de formas geométricas, sutilmente diferentes en tamaño y forma para conseguir un remarcado sentido de movimiento, tal y como puede apreciarse en La Caída (1963, Londres). A finales de la década de 1960 Riley experimentó con otro tipo de mecanismos ópticos, pintando líneas con colores puros complementarios, cuya yuxtaposición afectaba a la percepción brillante de los colores individuales. Durante la década de 1970 aumentó su gama de colores, incluyendo tanto el negro como el blanco. A pesar de su alto grado de abstracción, las obras de Riley tratan de evocar su propia experiencia visual del mundo, lo que puede comprobarse, por ejemplo, en las series de pinturas que realizó en 1980 tras un viaje a Egipto. La importancia de Riley se debe, sobre todo, a su contribución al desarrollo del Op Art. Además de influir en el trabajo de artistas de otros países, tuvo diferentes ayudantes que completaron muchas de sus pinturas siguiendo sus diseños e instrucciones. Este hecho hace hincapié en que, al igual que la mayor parte del arte de finales del siglo XX, el elemento conceptual de su trabajo llega a ser más importante que la cualidad individual de su ejecución. Fuente: http://epdlp.com/escritor.php?id=2667

jueves, 7 de abril de 2011

Max Ernst (1891-1976).

Max Ernst nace en la pequeña ciudad alemana de Brühl, cerca de Colonia, hijo de Philipp Ernst, maestro de sordomudos y pintor vocacional. Tras finalizar sus estudios de bachillerato, en 1909 se traslada a Bonn, donde se matricula en la Facultad de Filosofía, estudia Historia del Arte, y se acerca a las obras realizadas por enfermos mentales, evitando cuidadosamente "toda clase de estudios que puedan degenerar en un modo de ganarse el pan de cada día". De esta época datan sus primeras obras, cuya filiación expresionista revela la huella de su amistad con August Macke, miembro de El Jinete Azul. La famosa exposición del Sonderbund de 1912, que se celebra en Colonia, y donde Emst tiene la ocasión de conocer directamente obras de Cézanne, Van Gogh, Gauguin, Munch y Picasso, va a ser el catalizador de su decisión de dedicarse a la pintura. En 1913 participa en el primer Salón de Otoño, organizado en Berlín por la revista Der Sturm. Aquí expone en compañía de Klee, Chagall, Delaunay y Arp, artista con el que le unirá una profunda amistad. Como en todos los intelectuales de su generación, la experiencia de la guerra -que Ernst definirá como "la gran marranada"- será decisiva. Su visión de la sociedad que ha desencadenado la absurda matanza, en la que el pintor participa como soldado de artillería, sintoniza con la de un grupo de intelectuales y artistas que, en 1916, funda en el cabaret Voltaire de Zurich el movimiento Dadá. Tras participar, al año siguiente, en la segunda exposición del grupo, en 1919, en compañía de J. T. Baargeld, inaugura la "sucursal" dadá de Colonia, que más tarde se convertiría en la Zentrale W/3 Stupidia, tras unírseles Hans Arp. Los tres artistas realizan por esta época una serie de collages que denominan Fatagaga, e intentan exponerlos en la muestra del Sindicato de Artistas de Colonia. Ante la negativa de la asociación a acoger unos cuadros que considera "indeseables", Baargeld y Ernst muestran sus obras en la trastienda de la cervecería Winter. Los visitantes, que accedían a la exposición tras pasar por los urinarios, se encontraban con obras como el Fluidoskeptryk -un acuario lleno de un líquido sanguinolento que albergaba una cabellera, una mano de madera y un despertador-, que habría de ser destrozado el día de la inauguración por una niña vestida de primera comunión que previamente había recitado unos versos obscenos. La confusión creada por la muestra se refleja en los motivos que la policía adujo para su clausura: un collage, considerado pornográfico, que estaba realizado a partir de un grabado de Adán y Eva de Durero; cuando se descubrió su procedencia, la prohibición se levantó. Los collages de Ernst le abrieron las puertas de la vanguardia parisina. Breton, que pocos años después se convertiría en el gran apóstol de la causa surrealista, le invita a exponerlos en 1921. Desde este momento, tres años antes del primer manifiesto del Surrealismo, la figura de Ernst irá ligada a este movimiento; superada la etapa dadaísta, sus primeras obras en clave surrealista revelan la influencia de la pintura metafísica de Giorgio de Chirico. Los años de la guerra Las dos décadas siguientes son de una intensa actividad investigadora: el pintor desarrolla las técnicas del frottage -cuyos primeros resultados reúne en una serie que denomina Historia Natural- y el grattage, en un intento por reproducir en el ámbito de las artes visuales la escritura automática de los surrealistas. En esta línea, en 1929 realiza la primera de sus novelas-collages, La mujer de 100 cabezas, a la que le seguirá, cinco años más tarde, Una semana de bondad o Los siete elementos capitales. Más tarde incorpora la técnica de la decalcomanía, inventada por Oscar Domínguez. En 1938 publica, en compañía de Eluard y Man Ray, El hombre que ha perdido su esqueleto, ácida diatriba contra Breton y sus correligionarios que supone el definitivo abandono de Ernst del grupo surrealista. En las obras de esta época, los descubrimientos técnicos están al servicio de una amarga visión de su tiempo. La amenaza del fascismo aparece en obras como Bárbaros avanzando hacia el oeste o El ángel del hogar. Ernst, que ya en 1933 había visto su nombre incluido en la lista negra de los nazis, sufrirá especialmente los primeros avatares de la Segunda Guerra Mundial cuando, a causa de su condición de alemán, es internado en diversos campos de concentración franceses. Tras una serie de peripecias -entre ellas, la intervención providencial del inspector de policía encargado del puesto de Canfranc, en la frontera franco-española, quien, admirado por las pinturas que descubre en su equipaje, le permite librarse de los alemanes- llega a Estados Unidos en 1941. Pese a la distancia, la guerra está presente en el espíritu del artista. En sus primeras obras americanas, Ernst se sirve de la decalcomanía para representar el escenario de desolación y muerte en que habría de convertirse Europa tras la contienda. Pero las dificultades del exilio -todas sus exposiciones son un fracaso de ventas- no traen consigo la pérdida de su inquietud investigadora: en 1942 pinta "Joven intrigado por el vuelo de una mosca no euclidiana", obra que habría de resultar muy Iimportante para la joven generación de artistas americanos de posguerra, pues en ella se emplea por primera vez la técnica del dripping (goteo), utilizada profusamente por pintores como Jackson Pollock. Paulatinamente, la obra de Ernst se va haciendo más abstracta, al tiempo que su tradicional exuberancia orgánica va dejando paso a composiciones geométricas donde predominanlos colores planos. Tras regresar a Francia, país en el que se instala definitivamente en 1952, el artis¡ta recupera las técnicas del collage y el frottage. El reconocimiento universal a su trabajo le llega en 1954 con la concesión del gran premio de pintura de la Bienal de Venecia. Desde este momento hasta la fecha de su muerte, que se produce en 1976, las continuas retrospectivas de su obra lo confirman como una de las figuras fundamentales del arte contemporáneo.por por Milko A. García Torres Recopilación de la colección "Grandes pintores del siglo XX", Ed. Globus Comunicación S.A. y Ediciones Polígrafa S.A. Fuente: http://www.imageandart.com/tutoriales/biografias/ernst/ernst.html

domingo, 3 de abril de 2011

Henri Matisse

Pintor francés líder del fauvismo. Está considerado como una de las grandes personalidades en la configuración del arte del siglo XX, maestro a la hora de expresar sentimientos a través del uso del color y la forma. Matisse nació en Le Cateau-Cambrésis, en el norte de Francia, el 31 de diciembre de 1869, en el seno de una familia de clase media. Estudió derecho en París entre 1887 y 1889. Comenzó a ejercer como abogado, sin embargo, en 1890, mientras se recuperaba de una apendicitis, se sintió atraído por la pintura. En 1892 abandonó su carrera de abogado y fue admitido en la Escuela de Bellas Artes de la capital francesa. Su primera formación la realizó dentro de la tradición académica y conservadora, por lo que su primer estilo consistía en una forma convencional de naturalismo, realizando numerosas copias de los cuadros de los maestros clásicos. A su vez, estudió el arte contemporáneo, sobre todo el de los impresionistas, comenzando su propia experimentación, que le valió una reputación de miembro rebelde en las clases del estudio. La verdadera liberación artística de Matisse, en términos del uso del color como configurador de formas y planos espaciales, se produjo bajo la influencia de Paul Gauguin, Paul Cézanne y Vincent van Gogh, cuya obra estudió con detenimiento desde 1899 aproximadamente. Más tarde, entre 1903 y 1904, Matisse se enfrentó a la pintura puntillista de Henri Edmond Cross y Paul Signac. Ambos estaban experimentando con la yuxtaposición de pequeñas pinceladas (a menudo puntos) de pigmento puro para crear fuertes vibraciones visuales de color intenso sobre la superficie del cuadro. Matisse adoptó esta técnica pero la modificó aplicando pinceladas más amplias. Hacia 1905 había producido unas imágenes cuya audacia cromática rompía con todo lo anterior. Entre estas obras destaca Raya verde (Madame Matisse, 1905, Museo Estatal de Arte, Copenhague), un retrato con notas expresionistas de su mujer. El título deriva de la amplia pincelada de verde brillante que define la frente y la nariz de su esposa. Ese mismo año Matisse expuso junto a pintores de la misma tendencia como André Derain y Maurice de Vlaminck. Como consecuencia de esta exposición, el grupo es bautizado como les fauves (literalmente las bestias salvajes) por su uso estridente del color, distorsión de las formas y su sentido expresionista en la captación de emociones. El bodegón representó un papel central en la maduración pictórica de Matisse. Su primer cuadro fue una Naturaleza muerta con libros. En 1902, año de ejecución de Las flores amarillas (Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza), atravesaba lo que algunos han calificado como el periodo oscuro, que acabó en 1904, periodo de obras de enorme energía que estallaría en las pinturas fauves de 1905. A medida que fue considerado como el cabecilla del radicalismo artístico, Matisse se ganó la aprobación de la crítica influyente y de los coleccionistas, como la de la escritora estadounidense Gertrude Stein y su familia. Entre los encargos más importantes que recibió se encuentra el del coleccionista ruso que le pidió unos paneles murales ilustrando temas de danza y música, La Música y La Danza (acabados ambos en 1911, hoy en el Ermitage, San Petersburgo). Sus figuras de bailarines, y, en general, todas sus figuras humanas, responden, en primer lugar, a la expresividad de la forma, y sólo secundariamente a los detalles anatómicos. Este principio se extiende a otros campos como el de las esculturas en bronce, dibujos y obras en diversos medios gráficos. Matisse, junto al contenido intelectual, siempre destacó la importancia del instinto y la intuición en su producción artística. Afirmaba que un artista no tiene un completo dominio sobre formas y colores, sino que son las propias formas, líneas y colores los que deben dictar al artista sensible el modo en que deben ser combinadas. A menudo aludía al gozo que experimentaba al abandonarse al juego de las fuerzas del color y el diseño, y explicaba las formas rítmicas pero distorsionadas de muchas de sus figuras en términos de la revelación de una armonía pictórica total. Desde 1920 hasta su muerte, Matisse pasó mucho tiempo en el sur de Francia, sobre todo en Niza, pintando escenas locales de colorido fluido y brillante. Cuando contaba con una edad avanzada se le encargó la decoración de la capilla de Santa María del Rosario en Vence (cerca de Cannes), que terminó entre 1947 y 1951. Durante sus últimos años, debido a la dificultad a la hora de manejar el pincel y a su estado a menudo de postración, se entregó al découpage (técnica de papeles gouacheados y recortados), creando obras de un brillante colorido. Matisse murió en Niza el 3 de noviembre de 1954. A diferencia de otros artistas, tuvo un reconocimiento internacional durante su vida, gozando del favor de los coleccionistas, críticos de arte y de la generación de artistas más jóvenes. En 1952 se inauguró el Museo Matisse en su ciudad natal. Fuente: http://www.epdlp.com/pintor.php?id=307