viernes, 22 de octubre de 2010

Roy Fox Lichtenstein


Roy Fox Lichtenstein nace el 27 de octubre de 1923. La familia vive en la Upper West Side, en la calle 86 Oeste, donde Lichtenstein crece junto a su hermana, Renée, cuatro años menor. Durante su juventud, Lichtenstein desarrolla un gran interés por el dibujo y pasa mucho tiempo dibujando y construyendo maquetas de aviones. Entre sus programas de radio favoritos de aquellos años están Flash Gordon y Mandrake el mago.
A los trece años, Lichtenstein ingresa en un colegio privado para chicos cercano a su casa, la Escuela Franklin. Durante el ciclo de secundaria, Lichtenstein se apasiona por el jazz y crea, junto a otros estudiantes, un pequeño grupo de música en el que toca el clarinete, la flauta y el piano. Entre sus obras de esta etapa estudiantil se encuentran estudios de músicos de jazz inspirados en los artistas a los que había escuchado en los clubs infames de los alrededores de la calle 52 Este. Encuentra también inspiración para otra serie de dibujos en el musical Porgy & Bess de George Gershwin.
En el otoño de 1940 comienza sus estudios en la Universidad de Ohio, en Columbus. Sus obras de este período incluyen retratos y naturalezas muertas en la línea de Picasso y Braque. En una asignatura de escultura emplea un horno eléctrico de fabricación casera para crear piezas con formas animales en cerámica y esmalte vitrificado. En 1942 Lichtenstein se apunta a un curso del profesor Hoyt L. Sherman titulado Dibujar mirando, en el que los estudiantes, sentados en la oscuridad, deben dibujar objetos colocados o suspendidos en medio de una habitación, iluminados durante un solo segundo por un fogonazo de luz. A partir de ese momento, las teorías de Sherman sobre la “percepción organizada” o la unidad visual y perceptiva constituyen la base del trabajo de Lichtenstein.
En febrero de 1943 Lichtenstein es reclutado por el ejército de Estados Unidos y abandona la Universidad de Ohio para incorporarse a filas. Posteriormente trabaja como oficinista y dibujante, agrandando para su oficial viñetas del periódico del ejército Stars & Stripes (Estrellas y Barras). En marzo de 1946 Lichtenstein regresa a la Universidad de Ohio y en junio termina la licenciatura en Bellas Artes. Entre sus trabajos de esta época se encuentran unas esculturas de estilo precolombino, algunas talladas en piedra y otras realizadas en terracota o cerámica.
En septiembre de ese mismo año Lichtenstein acepta un puesto como profesor de arte en la OSU. Entre las clases que imparte está el curso Design 423, en el que emplea un “Flash Lab” (laboratorio de flash) similar al de Sherman. En estas clases pide a los alumnos que dibujen sobre papel de periódico, utilizando grandes bloques de carboncillo o ceras, objetos iluminados fugazmente . En enero de 1947 ingresa en el programa de estudios superiores de esta misma universidad. Al año siguiente Lichtenstein forma parte de una exposición colectiva en la Ten-Thirty Gallery de Cleveland, una cooperativa de artistas donde conoce a la que será su futura esposa, Isabel Wilson, la asistente de la galería. Allí expone cuadros de músicos, de obreros, de un piloto de carreras y hasta de un buzo de alta mar, pintados a partir de sencillas formas biomórficas bien delineadas, que plasman el estilo caprichoso e infantil de Paul Klee. Un año después, sus retratos tipo son sustituidos por sujetos inspirados en cuentos de hadas a los que rodea de una selección de flora y fauna surrealista. En agosto de 1949, Lichtenstein participa en una exposición colectiva en la Chinese Gallery de Nueva York, galería que expone con frecuencia los trabajos del grupo de artistas abstractos norteamericanos además de piezas clásicas de arte chino.
En su primera exposición en solitario en Nueva York, en abril de 1951 en la Carlebach Gallery, se exhiben, junto a sus cuadros, totems tallados en madera y divertidos ensamblajes de reyes, caballos y guerreros fabricados con metal y piezas encontradas como tuercas y brocas. En junio finaliza su contrato con la OSU, y se traslada con su familia a Cleveland, donde Isabel puede desarrollar su trabajo como exitosa decoradora de interiores y Lichtenstein realiza una serie de trabajos ad hoc relacionados con la ingeniería comercial y el dibujo.
A comienzos de 1952, Lichtenstein se une al elenco de artistas de la John Heller Gallery en Nueva York y expone interpretaciones traviesas y rotundamente trazadas de destacadas obras del siglo XIX americano. Otro motivo destacado en la obra correspondiente a su periodo pre-Pop son los vaqueros e indios americanos. Como es frecuente en Lichtenstein, el pintor los representa utilizando una gran variedad de técnicas — óleo, pastel, acuarela, tinta, lápiz y en estampas realizadas a partir de grabados de madera y de lino.
En el otoño de 1957, Lichtenstein acepta un puesto como profesor asistente en la State University of New York en Oswego, en la parte norte del estado de Nueva York. Su obra se vuelve más abstracta y expresionista. Ya en 1958 se pueden descifrar imágenes de Mickey Mouse, el Pato Donald y Bugs Bunny ocultas en algunos de sus trabajos. Otros puede que se usaran como cortinas de teatro y se destruyeran. Sus cuadros abstractos, luminosos y muy empastados, se exhiben en la Riley Gallery de Nueva York en junio de 1959.
En 1960, Lichtenstein deja su puesto docente en Oswego para incorporarse como profesor asistente de Arte en el Douglass College, el college de chicas de la Rutgers State University of New Jersey en New Brunswick, Nueva Jersey, no muy lejos de la ciudad de Nueva York. En Rutgers conoce a Allan Kaprow, que le presenta a Claes Oldenburg, Lucas Samaras, George Segal, Robert Watts, Robert Whitman y a otros artistas implicados en la escena artística de los llamados Happenings. A principios del verano de 1961, Lichtenstein pinta Look Mickey, su primer trabajo clásico con una viñeta, en el que emplea un efecto de media tonalidad con los puntos Benday que obtiene sumergiendo un pincel de pelo de perro en pintura de óleo. Ese mismo año, Lichtenstein empezará a usar una pantalla de metal hecha a mano y un rodillo de pintura para obtener el efecto de los puntos Benday en los lienzos en los que representa viñetas y la imaginería de productos de consumo. Ese otoño Leo Castelli acepta representar las obras de Lichtenstein y las ventas pronto se disparan.
En febrero de 1962, Leo Castelli exhibe los cuadros de Lichtenstein en una exposición monográfica de obras basadas en las series de tiras de cómics e imágenes publicitarias rudimentarias de la prensa. A lo largo de ese año, el trabajo pop de Lichtenstein se muestra en seis grandes exposiciones por todo el país.
Al año siguiente, Roy Lichtenstein pide una excedencia en Douglass, se separa de nuevo de Isabel y traslada su domicilio y su estudio a la calle 26 Oeste, donde comienza una serie sobre mujeres de seriales televisivos y motivos bélicos de la Segunda Guerra Mundial que había encontrado en las páginas de D. C. Comics. Con un proyector opaco amplía en sus lienzos los bocetos realizados con lápices de colores y comienza a usar una pintura acrílica de secado rápido soluble en aguarrás llamada Magna para las grandes superficies de sus lienzos, pero, dado que ésta se seca demasiado rápido, sigue pintando los puntos Benday con óleo, usando para ello unas pantallas de metal perforadas que adquiere en tiendas.
En 1964, Lichtenstein retoma las imágenes inventadas con una serie de paisajes de horizonte compuestos principalmente de puntos Benday. Su tercera exposición en Castelli, en octubre de ese año, muestra una serie de piezas para pared realizadas en esmalte, que consistían en paisajes e imágenes de tebeos junto a esculturas que semejaban fuertes explosiones de esmalte puestas en pie. El primer mural de Lichtenstein fue instalado en la Exposición Universal de 1964.
En 1965, separado de Isabel (se divorciarán oficialmente en 1967), se traslada a la tercera planta de un antiguo banco alemán en el Bowery neoyorquino. Allí comienza una serie con cabezas realizadas en cerámica y con platos y tazas apilados. Al mismo tiempo, pinta grandes óleos a base de gigantescas pinceladas que cruzan el lienzo. Al año siguiente, crea paisajes terrestres y marinas utilizando materiales industriales como plexiglás, metal, motores, lámparas y un plástico multi-lente llamado Rowlux, que produce un efecto de resplandor. En 1967 comienza su serie sobre pintura moderna inspirada en los motivos Art Déco del Radio City Music Hall del Rockefeller Center en Manhattan e introduce en su trabajo el efecto de graduación de los puntos Benday. Ese otoño crea su primera serie de esculturas a gran escala en latón y cristal tintado inspiradas en diseños Déco. Poco después llegarán las pinturas modulares con imágenes de estos mismos diseños.
En 1969 inspirado por las series de cuadros de Claude Monet, Lichtenstein introduce el tema de los almiares y de la catedral de Rouen vista a distintas horas del día. Este tema propicia su vuelta a los grabados sencillos y es el origen de su colaboración a largo plazo con Gemini G.E.L. en California. También realiza su primera y última película para el programa Arte y Tecnología del Los Ángeles County Museum of Art.
Espejos y entablamentos son centrales en sus trabajos de 1970. Al año siguiente, Lichtenstein deja Manhattan y decide irse a vivir y trabajar a Southampton, en la punta este de Long Island. Lichtenstein toma prestados algunos temas de maestros modernos y pasa los años siguientes creando naturalezas muertas que sintetizan su estilo propio y el de los maestros. También empieza a experimentar con nuevos colores y texturas en sus cuadros. Las esculturas a gran escala y pintadas de lámparas iluminadas, cántaros encima de mesas y humeantes tazas de café incorporan el bronce a su repertorio de materiales en 1977. Al año siguiente Lichtenstein reintroduce la temática de los indios americanos. Al final de la década, sus bocetos de Naturalezas muertas, Cabezas y Paisajes han recorrido todo el espectro estilístico, desde el cubismo al surrealismo y al expresionismo alemán.
En los ochenta, Lichtenstein decide reinstalar su estudio en Manhattan, primero en la calle 29 Este y más tarde en un edificio que compra en el Meatpacking district del Greenwich Village, en el este de Manhattan. Se centra entonces en las líneas del estilo abstracto. En su indagación del expresionismo abstracto yuxtapone pinceladas desestructuradas junto a réplicas firmadas de sus pinceladas. Algunos años después, a principios de 1985, la abstracción geométrica es objeto de una atención semejante en sus series Perfecto, Imperfecto y Plus y Minus. Al final de la década, la reflexión es el tema predominante en su trabajo. Lichtenstein reconfigura algunos de los motivos, unos icónicos y otros menos conocidos, de su repertorio Pop con un formato de composición nuevo y audaz.
En los noventa, las siguientes series de Lichtenstein muestran colosales vistas interiores de casas sacadas de los pequeños anuncios de las páginas amarillas. A estas obras les suceden, a mediados de la década, unos desnudos retozantes. Estos años también coinciden con la finalización de una serie de proyectos escultóricos y pictóricos a gran escala que le habían sido encargados desde los sectores público y privado. En los noventa, el trabajo y las indagaciones de Lichtenstein sobre el ilusionismo, la abstracción, la serialización, la estilización y apropiación siguen presentes en todos los medios. Como pintor, escultor y grabador recibe numerosos premios internacionales y distinciones académicas de varias universidades. La Medalla Nacional de la Artes le es concedida en 1995. En el momento de su muerte, en 1997, a los 73 años, estaba empezando a investigar una nueva realidad fabricada, los llamados “cuadros virtuales”
Fuente: http://www.lahornacina.com/semblanzaslichtenstein.htm

lunes, 11 de octubre de 2010

viernes, 1 de octubre de 2010

Carlos Gorriarena


Los colores de Carlos Gorriarena
Nadie como él supo satirizar la realidad nacional mediante un gesto crispado y trágico haciendo estallar una paleta de vibrante colorido. "El arte es algo que uno pisa todos los días", decía.
Por Beatriz Vignoli
"El fuego de tu mano / queda en el mundo, quema / suciedades terrestres", escribió en memoria suya el poeta Juan Gelman. El pintor argentino Carlos Gorriarena, descendiente de vascos, nació en el barrio de Núñez (Buenos Aires) el 20 de diciembre de 1925 y falleció en La Paloma (Uruguay) el 16 de enero de 2007, a los 81 años de edad y en pleno éxito artístico y de crítica. Venían realizándose muestras antológicas suyas en Córdoba y Mar del Plata, y la Fundación Mundo Nuevo acababa de editar un libro sobre su obra con investigación y ensayos de María Teresa Constantin y Diana Wechsler. Incansable, el artista estaba por comenzar a pintar una serie de trípticos de gran tamaño que formarían parte del envío de la galería paulista Thomas Cohn a la feria Arte BA, donde venía exponiendo año tras año. Hoy se inaugura en Rosario una muestra homenaje a este magnífico artista. Es en el auditorio de OSDE Filial Rosario (Bv. Oroño 949) con la curaduría de Fernando Farina.

Según una frase muy citada de Gorriarena, "un cuadro debe romper la pared". Y lo logró, al menos figuradamente hablando. Nadie como él supo satirizar la realidad nacional mediante un gesto crispado y trágico haciendo estallar, a la vez, una paleta fauvista de vibrante colorido. Sus figuras son apariciones, arquetipos, formas retorcidas como esqueletos en un crematorio, intensas presencias fantasmales. Sus fondos se tensan bajo la presión de estas desgarradas visiones humanas. La manera violenta y radiante en que "Gorri", como lo conocían sus amigos, reformuló el género del paisaje con figura, sienta un precedente que revalida el arte de la pintura y abre camino a los que vendrán. Sus maestros en la Escuela Nacional de Bellas Artes fueron Lucio Fontana en escultura, y Antonio Berni en dibujo. Luego prosiguió sus estudios con el pintor realista social Demetrio Urruchúa. Según Jorge Glusberg, ex director del MNBA, la obra de Gorriarena se posiciona junto a la de otros artistas que han tematizado los problemas sociales y políticos, como la de Berni o la de Carlos Alonso; o, en la otra orilla y hace tiempo, Figari. Para el crítico de arte y ex director del MAM Raúl Santana, "Gorriarena es un gran heredero de Antonio Berni, de hecho había sido su discípulo. Ellos mantuvieron una gran amistad. Ambos compartían la preocupación por el contexto social. La preocupación de su pintura era el poder y Gorriarena lo mostró en toda su brutalidad y desfiguración". Cabe agregar a la lista el nombre de Luis Felipe Noé, más afín todavía estilísticamente. Noé, como Gorriarena, también trabajó la sátira política tomando como punto de partida la vertiente más expresionista de la Nueva Figuración, y poniendo especial énfasis en el poder del color puro.

"Hacé lo que quieras, pero encontrá tus colores", enseñaba Gorriarena a sus alumnos en su taller de San Telmo. Encontrar sus colores implicó para Gorriarena una trayectoria no sólo pictórica, sino también política. Fue primero comunista y después peronista, como muchos intelectuales y artista de su generación. A partir del taller del maestro Urruchúa se puso en contacto con el Grupo de Plata (Obelar, Hugo Monzón, Rubén Molteni, Broullón, entre otros), junto a quienes expuso cinco veces, antes de seguir un camino solitario en los '50. Hizo su primera muestra individual en 1959. A mediados de los años 60 Gorriarena escribía en La rosa blindada, la revista que dirigía el poeta Raúl González Tuñón y que sólo duró un par de años: desde 1964 hasta 1966. Allí colaboraban Juan Gelman, Ramón Plaza, Andrés Rivera, Estela Canto y Tito Cossa, entre otros. A la dictadura de Onganía, que truncó ese y tantos otros proeyctos, Gorriarena la satirizó en su serie "El Onganiato", que mostró en 1967 en la Galería Arte Nuevo.

Gorriarena consideraba su actividad plástica como un hecho ético. Cuentan sus colegas que era bondadoso y humilde, y así lo expresó él mismo en una entrevista: "A veces se pone a los artistas en una dimensión de dioses, y la verdad que el arte es algo que uno pisa todos los días, tiene que ver con los piqueteros, con gente roñosa y con gente maravillosa también. El artista es un ser tan particular, se parece mucho más a un taximetrero. Va todos los días al taller, trabaja cuatro, diez, doce horas. Lo más interesante de su vida no es la rutina como pintor, sino la rutina, que es lo que nunca se cuenta".
Este trabajador del arte, con más de treinta exposiciones individuales, expuso en el país, Brasil, México, Canadá, Francia y Madrid, donde residió durante 1971. Participó en casi 200 muestras colectivas, entre ellas la III Bienal de Artes Gráficas en Cali (Colombia, 1976), el Festival Internacional de Pintura en Cannes (Francia, 1980), la Bienal de Medellín (Colombia, 1981), la Bienal de La Habana (Cuba, 1996) y Variantes de la figuración en Argentina en el Museo Cuevas, de México. En el año 2000 fue invitado de Honor a la 9 Feria internacional de Galerias de Arte de la Ciudad de Bs. As. Arte BA 2000. Entre los numerosos reconocimientos a su labor pictórica ganó en 1984 el Primer Premio de Pintura en Salón Municipal "Manuel Belgrano" del Museo Sívori. También recibió el Gran Premio de Honor del Salón Nacional, en 1986, por su obra "Pin Pan Punk". En 1989 se hizo acreedor de la Beca Guggenheim y del Premio Asociación Internacional de Críticos al Pintor del Año. En 1992 obtuvo el Primer Premio Pintura, en la Primera Bienal de Arte de la fundación Konex y en 1993 la Academia Nacional de Bellas Artes le otorgó el Premio Trabuco (ex Palanza). Ese año realizó una muestra en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Este, se fue; pero ya había encontrado sus colores.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/12-7601-2007-03-06.html