Una de las muchas formas de contaminación es el polvo, la materia fina que conocemos con ese nombre son partículas sólidas que cubren como un manto, aparentemente invisible, a las personas y objetos que habitan el lugar donde vivimos. La acumulación del polvo genera capas gruesas que comúnmente llamamos suciedad y ésta a su vez, impregna a diversos objetos como los autos. Cuando este polvo cubre los coches, dejamos escapar nuestra imaginación para hacer simples dibujillos que engalanen el vehículo en cuestión, otros, los más osados, no dudan en “recordar” de manera siempre cordial a los dueños del auto la importancia de la limpieza, pero Scott Wade utiliza como lienzo las ventanillas traseras de los autos, el resultado: impresionantes cuadros donde la pintura es el polvo y el pincel la mano del artista.
La técnica de Scott es sencilla, sólo necesita un juego de pinceles y la obra a desarrollar representada en una hoja de papel. El artista comienza por aprovechar la suciedad acumulada en el auto donde creará su obra o por ensuciar él mismo el coche. Con ésta segunda, Scott empieza limpiando con un paño el área que va a trabajar para posteriormente añadir un poco de aceite de almendra con la finalidad de que el polvo se adhiera lo más uniformemente, después, con ayuda de una secadora para el cabello, el artista esparce una especie de arena que cubra la ventanilla del coche hasta lograr una capa lisa que sirva como lienzo; finalmente, Scott empieza a dibujar sobre su nuevo lienzo, trazando primero las siluetas del dibujo a realizar para posteriormente, “limpiar” con un pincel más grueso las áreas que den forma a su obra.
Este pintor ha ganado enorme popularidad en su natal Texas por su habilidad para utilizar el polvo como materia prima de sus cuadros. Dirty Car Art es el nombre con el que se le ha llamado al arte de Scott, quien por lo innovador de su técnica y la destreza que posee para desarrollar sus pinturas, ha participado en diversos spots publicitarios con los que ha obtenido reconocimiento como artista del polvo.
El ingenio de Scott lo ha llevado a recrear famosas pinturas que incluyen obras como La joven de la perla; de Johan Vermeer, La Mona Lisa; de Leonardo Da Vinci, El Rapto; de Miguel Ángel o retratos de jóvenes figuras contemporáneas como el futbolista Ronaldinho.
Scott tarda de cuarenta minutos a cuatro horas en realizar una pintura, desafortunadamente el arte de este pintor es efímero pues la lluvia, el viento o la degradación natural que se produce con el tiempo, borra los cuadros del artista, quien no tarda mucho en comenzar a producir una nueva pieza.
Si se tiene que encasillar a Scott en una disciplina, definitivamente es la pintura, él pinta con la tierra, hace arte del polvo, utiliza los parabrisas como el lienzo, la suciedad como pintura y con los pinceles obtiene tonalidades distintas, luces y sombras que imprimen profundidad a sus cuadros para que dejen de ser el polvo que cubre el auto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario