El 6 de marzo de 1881 nació en Santander María Gutiérrez Blanchard, primogénita del matrimonio formado por Enrique Gutiérrez Cueto y Concepción Blanchard Santisteban. María nació con una deformidad, producida por una caída sufrida por su madre durante el embarazo. Su joroba, cojera, enanismo y miopía marcaron su vida convirtiéndola en una persona solitaria, pese a los cuidados y la atención constante con la que sus padres quisieron recompensarle.
Pronto empezó a mostrar grandes dotes para el dibujo y su padre aceptó que María se trasladara a Madrid para estudiar con el pintor Emilio Sala, en 1902.
Tras la muerte de su padre, en 1904, la familia se trasladó a Madrid y María continuó sus estudios de pintura con diferentes maestros.
En 1906 presentó su obra "Gitana" a la Exposición Nacional de Bellas Artes, y en 1908 obtuvo la Tercera Medalla por su obra "Los primeros pasaos".
En 1909 se trasladó a Paris, donde asistió a la Academia Vitti, con Hermen Anglada Camarasa, que le enseñó a superar el academicismo y usar libremente los colores, y Kees Van Dongen, que le acercó a la estética fauvista, como profesores.
En 1910 obtuvo la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su cuadro "Ninfas encadenando a Sileno".
En Paris, donde siguió viviendo los años siguientes, María mantuvo estrecha relación con los pintores Diego Rivera, Angelina Beloff y Jacques Lipchitz, con quienes se encontraba de viaje en Mallorca cuando les sorprendió el estallido de la I Guerra Mundial, en 1914.
Ante la imposibilidad de regresar a Paris, el grupo se traslada a Madrid, donde María comparte estudio con Diego Rivera, en la calle Goya, y se encuentra con los pintores Marie Laurencin, Foujita y el matrimonio formado por Robert y Sonia Delaunay.
En 1915 Ramón Gómez de la Serna organizó la exposición Pintores Integros, primera muestra de Arte de vanguardia que se celebró en el Salón de Arte Moderno de Madrid, y en la que participaron, entre otros, Diego Rivera y la propia María Blanchard. La exposición fué un fracaso y su obra "Venus de Madrid", hoy en paradero desconocido, causó un gran escándalo.
Obligada por la precaria situción económica de su familia, María aceptó la cátedra de dibujo en la Escuela Normal de Salamanca, pero las burlas de sus alumnos respecto a su aspecto físico le hicieron abandonar la enseñanza y trasladarse definitivamente a Paris, donde se alojó en casa de su amigo Juan Gris y comenzó a integrarse en un nuevo movimiento artístico: el cubismo.
En 1918 conoció al galerista Leonce Rosenberg, propietario de "L'Effort Moderne", y a los pintores André Lothe, Francis Picabia y George Braque. Comenzó a exponer y fué bien considerada por la crítica. Participó en exposiciones internacionales y su obra se incluyó las muestras del Salon des Indépendants.
Pero María Blanchard fué abandonando poco a poco el cubismo e inclinándose hacia la figuración. Perdió el apoyo de Leonce Rosenberg y volvió a sufrir dificultades económicas, hasta que el mecenas belga Frank Flausch le ofreció un contrato mensual que le permitió seguir pintando y exponiendo hasta 1926, cuando su amigo y mecenas murió.
La muerte de su otro gran amigo, Juan Gris,en 1927, sus problemas de salud agravados por la tuberculosis y el hecho de tener que hacerse cargo de su hermana Carmen y sus sobrinos, que buscaron refugio en su casa, llevaron a María Blanchard a un gran aislamiento y a la búsqueda de consuelo en la religión, llegando a plantearse entrar como novicia en el convento de las Ursulinas de Paris, pero fué disuadida por su confesor.
Durante sus últimos años, su salud siguió empeorando y sus apuros económicos, teniendo que mantener a su familia, siguieron aumentando, lo que llevó a María Blanchard a caer en un delirio obsesivo, pintando flores de extraños colores.
María Gutiérrez Blanchard murió a los cincuenta y un años en su estudio de la calle Boulard de Paris, en abril de 1932.
Poco después Federico García Lorca escribió su "Elegía a María Blanchard", que él mismo leyó en el Ateneo de Madrid.
Fuente: http://mujeresenelarte.blogspot.com/2009/02/maria-blanchard-santander-1881-paris.html
Pronto empezó a mostrar grandes dotes para el dibujo y su padre aceptó que María se trasladara a Madrid para estudiar con el pintor Emilio Sala, en 1902.
Tras la muerte de su padre, en 1904, la familia se trasladó a Madrid y María continuó sus estudios de pintura con diferentes maestros.
En 1906 presentó su obra "Gitana" a la Exposición Nacional de Bellas Artes, y en 1908 obtuvo la Tercera Medalla por su obra "Los primeros pasaos".
En 1909 se trasladó a Paris, donde asistió a la Academia Vitti, con Hermen Anglada Camarasa, que le enseñó a superar el academicismo y usar libremente los colores, y Kees Van Dongen, que le acercó a la estética fauvista, como profesores.
En 1910 obtuvo la Segunda Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su cuadro "Ninfas encadenando a Sileno".
En Paris, donde siguió viviendo los años siguientes, María mantuvo estrecha relación con los pintores Diego Rivera, Angelina Beloff y Jacques Lipchitz, con quienes se encontraba de viaje en Mallorca cuando les sorprendió el estallido de la I Guerra Mundial, en 1914.
Ante la imposibilidad de regresar a Paris, el grupo se traslada a Madrid, donde María comparte estudio con Diego Rivera, en la calle Goya, y se encuentra con los pintores Marie Laurencin, Foujita y el matrimonio formado por Robert y Sonia Delaunay.
En 1915 Ramón Gómez de la Serna organizó la exposición Pintores Integros, primera muestra de Arte de vanguardia que se celebró en el Salón de Arte Moderno de Madrid, y en la que participaron, entre otros, Diego Rivera y la propia María Blanchard. La exposición fué un fracaso y su obra "Venus de Madrid", hoy en paradero desconocido, causó un gran escándalo.
Obligada por la precaria situción económica de su familia, María aceptó la cátedra de dibujo en la Escuela Normal de Salamanca, pero las burlas de sus alumnos respecto a su aspecto físico le hicieron abandonar la enseñanza y trasladarse definitivamente a Paris, donde se alojó en casa de su amigo Juan Gris y comenzó a integrarse en un nuevo movimiento artístico: el cubismo.
En 1918 conoció al galerista Leonce Rosenberg, propietario de "L'Effort Moderne", y a los pintores André Lothe, Francis Picabia y George Braque. Comenzó a exponer y fué bien considerada por la crítica. Participó en exposiciones internacionales y su obra se incluyó las muestras del Salon des Indépendants.
Pero María Blanchard fué abandonando poco a poco el cubismo e inclinándose hacia la figuración. Perdió el apoyo de Leonce Rosenberg y volvió a sufrir dificultades económicas, hasta que el mecenas belga Frank Flausch le ofreció un contrato mensual que le permitió seguir pintando y exponiendo hasta 1926, cuando su amigo y mecenas murió.
La muerte de su otro gran amigo, Juan Gris,en 1927, sus problemas de salud agravados por la tuberculosis y el hecho de tener que hacerse cargo de su hermana Carmen y sus sobrinos, que buscaron refugio en su casa, llevaron a María Blanchard a un gran aislamiento y a la búsqueda de consuelo en la religión, llegando a plantearse entrar como novicia en el convento de las Ursulinas de Paris, pero fué disuadida por su confesor.
Durante sus últimos años, su salud siguió empeorando y sus apuros económicos, teniendo que mantener a su familia, siguieron aumentando, lo que llevó a María Blanchard a caer en un delirio obsesivo, pintando flores de extraños colores.
María Gutiérrez Blanchard murió a los cincuenta y un años en su estudio de la calle Boulard de Paris, en abril de 1932.
Poco después Federico García Lorca escribió su "Elegía a María Blanchard", que él mismo leyó en el Ateneo de Madrid.
Fuente: http://mujeresenelarte.blogspot.com/2009/02/maria-blanchard-santander-1881-paris.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario